domingo, 24 de agosto de 2014

Tarta de zanahoria 2.0

¡Buenos días!

¡Cómo me gustan los domingos! Cuando te levantas por la mañana te invade esa sensación de tener todo el día por delante para lo que quieras... y lo que quiero es...¡no hacer nada! Sin planes, sobre la marcha.

Los domingos son uno de los mejores inventos, ¿a que sí?

Esta semana, como sabéis, celebré mi 31 cumpleaños y el primer aniversario del blog. Me rodeé de familia y amigos en una tarde que fue muy divertida y en la que me hizo muy feliz poder tenerlos a todos por casa (bueno, casi todos) degustando lo que había estado preparando los días previos. Además, también estrenábamos el piso con la primera fiesta, ¡qué ilu! ¡Triple celebración!

Fue un gran día con muchas felicitaciones que agradezco un montón ^_^

Además, ¡me han colmado de regalos súper chulis! He ampliado mi repertorio de utensilios reposteros, llenando los huecos que quedaban en los armarios de la nueva cocina y ¡llenándome a mi de felicidad! Y tengo nuevos libros de recetas que he de probar ya! Así que esto va a ser un no parar de hornear... 

De entre todas las cosas que preparé para la fiesta, hoy quiero compartir la tarta de zanahoria.
Ya sé que ya publiqué una entrada hace tiempo con la receta, pero hoy quiero añadir algunas cosillas que la hacen aún más deliciosa, si cabe...

Foto de Anna Bosch Campàs



La receta del bizcocho es la misma que ya compartí con vosotros en esta entrada: Tarta de zanahoria, ¡ultra esponjosa!

Lo que hoy os propongo es añadirle una deliciosa buttecream encima que hará las delicias de todos los comensales.

Para que la decoración quede mejor, hornearemos la masa en un molde redondo esta vez, de unos 26 cm de diámetro. Para ello, cubriremos la base del molde con papel de hornear y rociaremos spray antiadherente en los laterales o, en su defecto, los untaremos con mantequilla.

Una vez horneado y enfríado sobre una rejilla, prepararemos la buttercream.

Necesitaremos:

  • 120 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 300 gr. de icing sugar (azúcar glacé en su defecto)
  • 1 cucharada de leche
  • 125 gr. de queso cremoso de untar (tipo philadelphia)

¿Cómo preparamos el frosting?

Tamizamos el azúcar. A continuación, lo batimos con la mantequilla y la leche a máxima velocidad hasta que se integre todo (mejor que tapemos la batidora y el bol con un paño húmedo para hacer esto...).
Añadimos el queso, que debe estar frío, y batimos a velocidad baja primero, y luego más rápido hasta que la crema sea homogénea. Esta crema debe conservarse en el frigo.

Cuando tengamos la crema lista y el bizcocho esté completamente frío, lo emplatamos y le ponemos la buttercream por encima. Podemos hacerlo con manga y una boquilla grande o bien con una espátula. En mi caso, combino ambas cosas. Primero la reparto con una manga para asegurarme que hay la misma cantidad sobre toda la tarta y después, con un espátula la extiendo y aliso. Por último con la punta de la espátula hago como unos círculos suavemente para que quede ese efecto como estriado que podéis ver en la foto.

Como toque final podemos poner unas nueces o unas zanahorias hechas con fondant.
Son muy sencillas de hacer, tan sólo necesitamos fondant naranja y verde. Con una bolita de fondant naranja hacemos un churro regordete que sea más grueso de un lado que del otro, como una zanahoria, vamos, jejeje. En el lado más grueso hacemos un agujerito con un palillo o con la esteca apropiada y allí meteremos las hojas de la zanahoria. Las hojas son churritos finitos de fondant verde. Pues bien, ponemos agua o pegamento comestible con un pincel en el agujerito y metemos las hojitas verdes, dos o tres. Presionamos un poquito y ya están colocadas. Como último detalle, podemos hacerle a la zanahoria unas rayitas suavemente con un cuchillo para que parezcan las estrías que tienen. ¡ Y ya tenemos zanahorias! ¡Quedan muy cuquis sobre la tarta!

La tarta ya montada debemos conservarla en el frigorífico, eso sí, no metáis las zanahorias de fondant en la nevera! Conservadlas en un tupper a parte, porque con el frío se estropean.

¿Qué os parece? A mi sólo el bizcocho ya me encanta, pero con el frosting de queso encima... ¡¡Ñam!! ¡Delicosa!

Como veis aquí, ¡esta carrot cake ocupaba un lugar importante en la mesa!

Nos pusimos las botas, ¡qué viva el azúcar!




Y por hoy ya no os doy más la tabarra.
Espero que paséis un buen domingo, disfrutad muuuchoooo.

Besos


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